Novena a San José
Con meditaciones de la Carta Apostolica Patris Corde de SS Francisco
VII Día- San José Padre en la sombra
1. Inicio: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
2. Motivación: En este sexto día de la novena, contemplamos a San José como Padre en la sombra
3. Meditación: PADRE EN LA SOMBRA
Con la imagen evocadora de la sombra define la figura de José, que para Jesús es la sombra del Padre celestial en la tierra: lo auxilia, lo protege, no se aparta jamás de su lado para seguir sus pasos. Así José ejercitó la paternidad durante toda su vida.. La paternidad que rehúsa la tentación de vivir la vida de los hijos está siempre abierta a nuevos espacios. Cada niño lleva siempre consigo un misterio, algo inédito que sólo puede ser revelado con la ayuda de un padre que respete su libertad. Un padre que es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida, cuando se pone en la situación de José, que siempre supo que el Niño no era suyo, sino que simplemente había sido confiado a su cuidado. Después de todo, eso es lo que Jesús sugiere cuando dice: «No llamen “padre” a ninguno de ustedes en la tierra, pues uno solo es su Padre, el del cielo» (Mt 23,9).
4. Rezar: PADRE NUESTRO… AVE MARIA… GLORIA…
5. Petición a San José Padre en la sombra
San José, ayúdanos a ofrecer a Jesús toda nuestra vida, nuestras alegrías y nuestras pruebas.
e pedimos por todos aquellos que, en medio de las dificultades, se dejan abatir.
Dales la fortaleza que necesitan y el don de vivir con serenidad y alegría en medio del dolor.
San José, protector de la familia, ayúdanos a comprender el sentido de la paternidad verdadera, ayúdanos a educar a nuestros niños en la fe, en la caridad y en el respeto profundo a todo aquello que viene de Dios.
6. Oración final
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal.
Amén.
¡hacela completa y rezale las letanías a San José!
